Por Orlando Novara
Escena 1
En el bodegón sin estirpe de esa esquina de San Telmo reina un ambiente de antigua quietud. La simétrica disposición de los estantes y una solitaria multitud de botellas dan fe de ello. Pocos y pequeños espejos, banderines de clubes y otros tantos cartelitos con los precios de los platos del día, ofician de simplona decoración. Con cierta intermitencia se escucha el ruido poco estridente de la vajilla que alguien lava en la cocina.
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