Se calienta la interna entre Nación y Provincia. Los rehenes en
este caso son los empleados estatales y sus familias, quienes por la miopía, mezquindad
y falencias de gestión de sus gobernantes ven postergado el cobro de su
aguinaldo.
Si alguien
creyó que un gobierno que se dice continuador y superador del peronismo jamás
iba a agredir los salarios con impuestos destinados a los privilegiados, y
poner en práctica el viejo sueño patronal de fraccionar el aguinaldo en cuotas,
para disolver esa conquista que tanta lucha les costó los trabajadores, es hora
de que revise sus certezas.
Esta situación afecta al cristinismo donde más le duele. Le duele que lo desafíen, le duele que le ganen de mano, le duele no ser ya el totalizador de la política nacional. Le duele ver que figuras como Moyano y Scioli, que ellos mismos impulsaron, hoy se les plantan como alternativa de oposición, justamente dentro del peronismoSi el cristinismo continúa apretando al gobierno provincial a expensas de la gente, es esperable que las secuelas salpiquen a la opinión pública y se siga incrementando, entonces, el descrédito y la desilusión con los K.
Para la
Provincia de Buenos Aires, hoy se hace imperioso reclamar
por la coparticipación federal, recortada desde hace años, y por el
congelamiento del fondo del conurbano. Situación que en definitiva, tiene
como principal responsable al ejecutivo nacional.
Esta necesidad permanente del cristinismo de dividir, de lastimar,
de atacar tiene mucho que ver con aquellos que padecen de modo patológico un ego mesiánico que los
lleva a creer que son los únicos portadores de la verdad. Gobernar para todos
es gobernar para el conjunto. El conjunto comprende a los que no piensan igual. Los que no piensan
igual, también aportan y construyen desde el disenso, la crítica y la opinión
diferente.
Pero el kirchnerismo ve fantasmas en todos lados, que es en fin,
el síntoma que padece todo perseguidor. Tratar de reescribir la historia y
refundar la Patria
es algo que no les está saliendo bien. Tratar al que piensa distinto desde la
venganza y el ánimo de lastimarlo, es altamente peligroso para la democracia y
rayano con posturas dictatoriales. Claro, es cierto, los extremos se tocan,
como siempre.