domingo, 24 de junio de 2012

La Argentina, en el umbral de la recesión

Recientemente, el gobierno argentino – a través de Carlos Tomada y Guillermo Moreno- admitió públicamente dificultades en la economía, y la necesidad de elaborar políticas anticíclicas para sostener el empleo.
La suspensiones dispuestas en la automotriz Fiat, en la que resultaron afectados 1.800 obreros, encendió una luz roja en el gobierno. Esta y otras ramas de la producción industrial se hallan perjudicadas por la misma política oficial que impide la entrada de insumos importados, lo que además genera que se cierren mercados para nuestras exportaciones, principalmente el brasileño, nuestro principal socio.
Se anunció que será reimplantado el REPRO, un plan por el que el Estado se hacía cargo de parte de los salarios de los obreros suspendidos. Pero ahora, ¿están los recursos para ello?
Según la CEPAL, las previsiones de crecimiento para la Argentina se hallan ligeramente por debajo de las de la región, (3,5% y 3,7%). Se estima además un brusco descenso de la demanda internacional, en especial de Europa y de China, para la segunda mitad de este año. Todo ello hace prever un panorama difícil para nuestra economía. 
Semanas atrás, el diario El Cronista informó que la economía argentina entró en recesión en noviembre del 2011, siendo ésta la octava fase contractiva de la actividad económica desde enero de 1970, según un estudio de Juan Mario Jorrat, investigador de la Universidad de Tucumán.
La Argentina debe atacar las causas y no sólo los efectos del problema. Para ello, tiene que desarrollar un plan para estimular la producción, que incluya un sinceramiento de las variables económicas, recuperación del superávit fiscal, la defensa real de la moneda nacional manteniendo su competitividad, seguridad jurídica para los inversores con reglas de juego claras y estables, utilización racional del crédito y el arancel a las importaciones, reforma impositiva que favorezca la producción de bienes y servicios y la preservación del empleo, liberación de exportación de productos con restricciones, como la carne, negociaciones urgentes con Brasil, China y la Unión Europea, etc.
Para ello, el gobierno debe sentarse a dialogar y coordinar políticas con los sectores interesados, de la empresa y del trabajo, incluyendo la variable de los salarios, dentro de la negociación.

Buenos Aires, 20 de junio de 2012          

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