domingo, 2 de junio de 2013

La esperanza del peronismo que viene

por Fabián Rapolla

La formación del frente opositor peronista, con De la sota, Moyano, Lavagna y De Narváez, abre decididamente, la esperanza de que sea el mismo peronismo, el encargado de terminar con este ciclo kirchnerista. Un peronismo, con base sólida, en el reclamo social: verdadera libertad, igualdad para el conjunto de la sociedad, respeto al disenso, pluralidad de ideas que aporten a la construcción constante del país, y sobre todo la capacidad de comenzar a desarrollar políticas de estado que perduren a lo largo del tiempo y vayan más allá del gobernante de turno.

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El punto fundacional de todo, esto es la educación del pueblo. “Claro que ese ideal no se alcanza ni en dos ni en cinco ni en veinte años, sin necesarios cincuenta años de trabajo para educar al soberano. Cuando nosotros decimos que hay que educar al soberano, nos ponemos a hacerlo. Antes, de acuerdo con las formas de la conducción política, les convenía más bien que el soberano no estuviera muy educado, que no tuviese mucha conciencia de sus derechos y prerrogativas” Juan Domingo Peron, Conducción Política, pag. 115.

Sabemos que esto no es precisamente una virtud de este gobierno nacional y popular, devenido del peronismo pero con su propio y extraño” modelo”, por lo visto lejano, muy lejano de la doctrina heredada. Sin educación no hay libertad. No hay libertad de pensamiento, no hay libertad de decisión, no hay libertad de opinión, no existe la posibilidad de decir que no al uso y abuso del gobernante de turno.

La propuesta del frente opositor peronista, está centrada en la convicción de que se debe gobernar para toda la Argentina. Y vuelvo al General Perón en Conducción Política, pag, 113: “La política, a pesar que de que en ella hay algunos intransigentes, es un juego de transigencia. Se debe ser intransigente sólo en los grandes principios. Hay que ser transigente, comprensivo y conformarse con que se haga el cincuenta por ciento de lo que uno quiere, dejando el otro cincuenta por ciento a los demás. Pero hay que tener la inteligencia necesaria para que el cincuenta por ciento de uno sea el más importante. En esta conducción, nada rígida, todo dúctil, nada imponente, todo sencillo, hay que ser tolerante hasta con la intolerancia.”

Ya se irán sumando otros peronistas que, ya no tan conformes con el modelo gobernante, han crecido lo suficiente en el consenso popular, como para encarnar y ponerse al frente de los deseos de paz y pluralidad que reclama la sociedad argentina. Hombres como Massa, tal vez Urtubey, quienes se distinguen del discurso unificado cristinista y se muestran proclives al diálogo con todos los sectores. De todos modos, es necesario que este frente se proponga la unidad conceptual y de acción y partir de allí el diálogo y consenso con otras fuerzas políticas para la constitución de un espacio amplio y versátil que manifieste cabalmente la globalidad y la diversidad, desafíos de estos nuevos tiempos.

“En la conducción es menester desarrollar al máximo el raciocinio, pero sin matar la intuición, porque a menudo el hombre no tiene tiempo de recurrir al raciocinio, y en este caso lo salva la intuición. Si tiene tiempo es mejor que analice s u propia intuición por un método racional. En esto consiste todo el método a poner en juego en la conducción. Perón, Conducción Política, pag. 78. Creo que este es el método que deberían desarrollar los referentes del espacio peronista opositor. Hombres avezados de la política que ya han librado varias batallas, quienes deben ser lo suficientemente estratégicos y tácticos, en este período electoral que se abre de aquí al 2015, para producir políticas y propuestas integradoras y desarrollistas, a diferencia de lo ya conocido y rechazado: lo sectario y lo subsidiado con visos de opresión.

Creo que el desafío del peronismo que viene pasa con claridad por lo que decía Perón, en La Hora de los Pueblos, pag, 178: “El Movimiento Peronista no puede ser un elemento pasivo ante las comprobaciones que se vienen haciendo. No puede aceptar el ataque unilateral a las organizaciones sindicales y a los intereses populares porque no es justo ni conveniente a los intereses de la Nación…No somos partidarios de una revolución cruenta ni violenta, como no compartimos la idea de una reforma por “cambio” sino por “evolución”, porque no se pueden romper las instituciones sin provocar desequilbrios negativos”. Creo que no hace falta agregar demasiado a semejante claridad y visión de gobierno, sobre todo si se lo compara con lo que hoy padecemos.

Es también necesario que el frente peronista opositor asegure la libertad, como pilar y bien más preciado del ser humano. En relación con los tiempos que nos tocan vivir es bueno volverá Perón una vez más y reflexionar en sus dichos de Política y Estrategia, pag, 74:”Entiendo que hay dos clases de libertad: la libertad de las naciones, basada en la libre determinación de los Pueblos, en la soberanía política y en la independencia económica y la libertad del hombre, consistente en el respeto de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes. Hay pues, una libertad esencial que es la colectiva y otra que es su consecuencia: la individual. Ello es indiscutible, desde que nadie puede presuponer hombres libres en una nación esclava.”

Y hoy somos esclavos, de esta política gobernante de opresión y aplastamiento del pensamiento distinto y del ejercicio pleno de la libertad del otro, como si no fuera un semejante, un conciudadano. Cuando el miedo sobrevuela a los hombres y mujeres de una sociedad, hay signos de esclavitud y totalitarismo. Este es el gran desafío del peronismo que viene. Acompañar y promover el desarrollo en libertad del pueblo y las organizaciones e instituciones, sin excepción, respetando y nutriéndose de la diversidad y del disenso, que nos enriquece, ya que en definitiva, nos aleja de la soberbia de creernos portadores de la verdad y nos hace mejores y más amplios con el aporte del otro.

La única forma de construir y conservar una gran Nación es entre todos, en serio. Ya basta con el slogan de todos y todas como bizarrada mediática. El peronismo tiene la capacidad de refundarse a sí mismo, y el frente constituído recientemente en Córdoba, ratifica lo dicho y alberga la esperanza, de ser capaces de escuchar la verdadera necesidad del pueblo, y como hacía Perón, interpretarla en hechos concretos de bienestar común e individual. Por cierto, no en vano dijo que “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”. Entonces, la prioridad del frente opositor peronista, es reunir a esta sociedad fracturada a través del diálogo abierto, franco y respetuoso. Ese diálogo donde se es capaz de escuchar al otro, al que piensa distinto, e incorporarlo al trabajo conjunto de engrandecimiento de la Patria. Y, por otra parte, a la par, reinstaurar un proyecto de crecimiento industrial con inserción constante de justicia social. Hay que agrandar la Argentina que estos delincuentes achicaron.

En “La Razón de mi vida”, capítulo 43, Evita resume con sus frases, la necesidad que grita esta sociedad y también el mundo que nos toca vivir: “Yo sé que mi trabajo de ayuda social no es una solución definitiva de ningún problema. La solución será solamente la justicia social. Cuando cada uno tenga lo que en justicia le corresponde entonces la ayuda social no será necesaria. Mi mayor aspiración es que algún día nadie me necesite. Me sentiría feliz, inmensamente feliz , si dejaren de llegarme tantos pedidos de auxilio, porque ellos indican que todavía sigue reinando en algún rincón de mi Patria, la injustica de un siglo amargo para los desposeídos. Sí, yo sé que todavía hay mucho dolor que todavía no he podido atender. Pero me conformo con mostrar a todos mi buena voluntad. Yo sé que mi obra es como una gota de agua en el medio del mar. Mejor dicho: es una gota de amor cayendo sobre un inmenso océano de barro, que es este mundo lleno de odios y de luchas. Pero es una gota de amor. Yo sé que el mundo necesita una lluvia de justicia. Por eso, un día, abrazará el Justicialismo de Perón y será feliz. Mientras tanto yo me conformo con ser simplemente eso; una gota de amor”

¿ Cristina, Amado, De Vido, Aníbal, Larroque, Kicilliof, Lázaro, no les da un poquito de vergüenza llamarse peronistas?

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